Nicaragua tiene las tasas más altas de muertes por cáncer cervical en América Latina, debido a su sistema inefeciente en atención de salud primaria, la prueba del PAP con una disponiblidad del 10% a las mujeres y prevaleciendo el comportamiento machista, lo cual favorece la propagación de VPH, aumentando los casos de cáncer cervical.
El cáncer cervical afecta desconsideradamente a las mujeres de comunidades rurales, las cuales no tienen recursos para el tratamiento. Permitiendo que el asesino silencioso le gane la batalla a muchas, perdiendo la oportunidad de ser parte de una estrategia para la prevención de ésta enfermedad. "Cuando se pierde una madre, también se pierde una familia.” En Nicaragua se estima que el 40% de las mujeres son madres solteras, siendo ellas la cabeza familiar. Cuando el cáncer cervical ataca a una mujer, destruye a la familia, dejando a los niños a la interperie, muchas veces con parientes cercanos. Esto contribuye a que Nicaragua esté en pobreza extrema en zonas rurales, cuando más de 68% de la población vive con menos de $1.00 al día. |